domingo, 30 de diciembre de 2012

“Te deseo que en este inicio de un nuevo año el hombre interior en ti se renueve y adquiera fuerzas suficientes para combatir al hombre viejo” (Carta 612 - 30 diciembre 1831. A M. Clouzet)


El Padre Chaminade aprovecha una carta escrita a fin de año a M. Clouzet, director general de la obra de Saint Remy, para animarlo a seguir profundizando su vida de fe.  M. Clouzet fue uno de los primeros religiosos de la Compañía de María, muy respetado por el mismo Fundador y fiel a su vocación marianista hasta el final.

El cambio de año y su correspondiente vivencia existencial de que algo termina y algo nuevo comienza, es una buena ocasión para renovar con decisión el propio camino de la vida cristiana.  Y no se trata solamente de hacer un balance del año que termina o de plantearse algunos buenos deseos para el año que comienza.

Para Guillermo José se trata de tomar conciencia que el proceso de conversión personal dura toda la vida.  Y tomando de la teología paulina esta imagen del hombre viejo y del hombre nuevo, tan cara a sus reflexiones espirituales, anima a su discípulo a seguir “renovándose constantemente a imagen de su Creador”, (Col.3,10), teniendo como modelo a Cristo, ya que “de Él aprendieron que es preciso renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo dejándose arrastrar por los deseos engañosos, para renovarse en lo más íntimo de su espíritu y revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad (Ef. 4,22.24).

Ciertamente este proceso de conversión necesita de la gracia de Dios pero también de nuestra decisión y nuestro esfuerzo personal. Así se podrá: “tener al hombre viejo siempre sujeto y llegar a crucificarle: en una palabra, que puedas llegar a ser un hombre de fe”.  Para Guillermo José el hombre interior es el hombre nuevo, y es el hombre de fe que tanto le desvela animar y despertar en los miembros de su Familia marianista.

Todos sabemos por nuestra propia experiencia lo que nos cuesta cambiar y sentimos el fracaso por las veces que nos hemos propuesto crecer y convertirnos en algún aspecto de nuestra vida y no lo hemos conseguido.  El Padre Chaminade también lo sabe, y por eso además del consejo le ofrece a M. Clouzet su ayuda: “Voy a reiterar a menudo mi oración al Señor, para que te conceda este insigne favor”.  Pidamos a Guillermo José, nuestro Padre y Fundador que en la presencia del Señor “siga rezando” para que en este nuevo año que comienza el hombre interior se renueve en cada uno de nosotros y adquiera fuerzas suficientes para combatir al hombre viejo.

Al terminar el año te damos gracias Señor
por todos los dones recibidos y por los frutos de nuestro compromiso,
por tu gracia y tu Presencia que siempre nos acompañan,
y porque nos ayudas a vivir nuestra vida con sentido.

Al terminar el año también podemos constatar,
cómo el hombre viejo va ganando espacio en algunas zonas de nuestro corazón,
en algunas relaciones con los demás y en nuestra mirada pesimista de la realidad,
y nos va sumergiendo en la tibieza y la mediocridad.

Al comenzar un nuevo año te pedimos Señor,
que el hombre nuevo se renueve y fortalezca en nuestro interior,
que adquiera fuerzas suficientes para combatir al hombre viejo
y nos regale la posibilidad de convertirnos en cada gesto y acción cotidiana.

Al comenzar un nuevo año te damos gracias Señor,
porque confiamos en tu gracia que nos acompañará en el camino,
porque siempre nos regalas nuevas oportunidades de profundizar en nuestra vida,
y de llegar a ser hombre de fe con un horizonte más pleno de sentido.

En este paso de un año a otro,
volvemos a decirte de corazón: ¡Gracias Señor!,
renovamos nuestra confianza
en la fuerza trasformadora de tu Presencia en nuestra vidas,
y nos comprometemos a renovarnos constantemente en la fe.
Amén.

AT sm
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