miércoles, 12 de octubre de 2011

“Mantente unido siempre a la Santísima Virgen”


La chamifrase de la semana 20  ESPECIAL

12 de octubre de 2011 – Fiesta de Nuestra Señora del Pilar

 “Mantente unido siempre a la Santísima Virgen”
                                               
 (Carta 1042 - 31 marzo 1838. A Claude Mouchet).   

El  Padre Chaminade experimentó durante toda su vida una cercanía especial a la Virgen María, que no duda en proponer a los demás como vemos en esta frase.
La tradición marianista ha comprendido que fue a los pies de la Virgen del Pilar en Zaragoza donde esa devoción y ese amor a María encontraron profundidad y una impronta particular que caracterizaría a Guillermo José toda su vida.

Esos años de exilio (1797 – 1800) fueron el humus para la “inspiración carismática” de nuestro Padre y Fundador.  No sabemos muchos detalles sobre ese tiempo, pero si conocemos lo que significaron contemplando el impulso misionero al regresar a Francia.   Y allí fue donde la devoción a María comenzó a transformarse en una pertenencia mutua (de Madre y de hijo) que luego tomará la forma espiritual de Alianza misionera.  Allí la presencia de María se hizo para siempre inseparable de la vida y de la misión del Padre Chaminade.

A la Virgen del Pilar se le pide tradicionalmente: fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el Amor. ¡Cuántas horas habrá pasado Guillermo José en la Santa Capilla de Zaragoza repitiendo esta sencilla oración! Podríamos decir contemplando su vida que con sencillez y humildad, estas palabras se fueron grabando en su corazón y encarnando en su vida.

La fortaleza en la fe la vemos expresada en la perseverancia del Padre Chaminade durante toda su vida, confiando plenamente en la Providencia y sin dejar de poner todo lo que estuviera a su alcance, para llevar adelante los compromisos contraídos.

La seguridad en la esperanza la encontramos en su capacidad de seguir adelante ante las dificultades de la vida, en el volver a empezar una y otra vez cuando las circunstancias de cualquier índole tiraban abajo sus proyectos, y en la creatividad para engendrar nuevos métodos y estrategias misioneras y la necesaria audacia apostólica para ponerlos en práctica.

La constancia en el amor dio su fruto en la fidelidad de Guillermo José.  Una fidelidad expresada en el amor a Dios, a María,  a la Iglesia, a la Familia de María, a sus hijos e hijas marianistas.  Una fidelidad que en tiempos difíciles en las relaciones con algunos de sus seguidores al final de su vida, lo ayuda a escribir las “Notas sobre el Amor de Dios”.

El Padre Chaminade que como sabemos no ponía el acento en ninguna advocación mariana particular, tampoco lo hizo con la Virgen del Pilar, pero en su vida y en sus enseñanzas se trasluce el sentido profundo de la Madre que desde el Pilar sostiene nuestra vida cristiana: fortaleciendo nuestra fe, asegurando nuestra esperanza y haciendo constante nuestra capacidad de amar.


Santa María del Pilar
danos fortaleza en la fe,
seguridad en la esperanza
y constancia en el amor
Santa María del Pilar
danos fortaleza en la fe,
para perseverar en nuestra respuesta al Señor,
confiando en su Providencia
y aportando todo lo que nosotros podemos poner.

Santa María del Pilar
danos seguridad en la esperanza,
para seguir anunciando la Buena Noticia aún en tiempos difíciles,
y que dejándonos conducir por el Espíritu
encontremos caminos nuevos y creativos para la misión.

Santa María del Pilar
danos constancia en el amor,
para que crezcamos en fidelidad y vivamos con alegría nuestra vocación,
y nos entreguemos de corazón al Reino de Jesús,
amando a todos y especialmente a los más pobres y sufrientes.

Santa María del Pilar
danos fortaleza en la fe,
seguridad en la esperanza
y constancia en el amor.

Amén
A.T. sm

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