domingo, 25 de septiembre de 2011

“¡Qué fuertes somos cuando Nuestro Señor está con nosotros! … Jesús lo es todo para nosotros.”

La chamifrase de la semana 17

25 de setiembre de 2011

¡Qué fuertes somos cuando Nuestro Señor está con nosotros! …  Jesús lo es todo para nosotros.”
  
 (Carta 1289 – 2 enero 1844. Circular a la Tercera Orden de las Hijas de María)    


La fe cristiana implica una relación personal con Jesús, un encuentro íntimo con Él que permanece como experiencia interior, que en las diversas etapas de la vida nos llama nuevamente a profundizar y resignificar, a partir de una pregunta fundamental: ¿Quién es Jesús para nosotros?

No es una pregunta nueva, el mismo Jesús se la hizo a sus discípulos, como podemos constatar en el siguiente párrafo del Evangelio de Lucas (9, 18-20):
Un día en que Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con él, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?».  Ellos le respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado».  «Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro, tomando la palabra, respondió: «Tú eres el Mesías de Dios».
En estos veinte siglos de cristianismo la misma pregunta nos llama y nos interpela a cada uno de nosotros: ¿Quién decimos que es Jesús para nosotros?
La respuesta auténtica sólo puede nacer de la experiencia personal de fe, de encuentro con Jesús, porque cada persona desde la particularidad de su propia vida, puede conocer quién es Jesús, experimentarlo y anunciarlo a los demás.

El Padre Guillermo José Chaminade, insistía en la centralidad de Jesús en nuestra vida hasta tal punto de afirmar que Él “lo es todo para nosotros”. Y desde su propia experiencia compartía también quién era Jesús para él. Más allá de un lenguaje propio de la época, que nos puede resultar hoy chocante, es elocuente el modo en cómo habla de Jesús, porque sin duda  más allá de las ideas teológicas nos lo transmite con categorías que sólo pueden usarse cuando se pone en juego el corazón:
“¡Qué fuerte somos cuando Nuestro Señor está con nosotros! “Maestro”, somos sus servidores y él vela por nosotros y nos protege. “Padre”, se ocupa de nosotros y provee a todas nuestras necesidades.“Amigo”, nos acompaña por todas partes, no nos abandona nunca y nos aconseja sin cesar. “Esposo”,nos llena de sus divinas caricias y nos defiende de las seducciones del mundo. “Salvador”, cura y cicatriza las heridas de nuestras almas y nos libra del yugo de Satán. Jesús lo es todo para nosotros.”
Este hermoso texto, escrito por nuestro Padre y Fundador, enmarcado por las dos afirmaciones que anteceden nuestra reflexión, constituyen una especie de testamento espiritual en el que nos abre su corazón y nos expresa con tanta sencillez y en tono afectivo, su relación íntima y personal con el Señor.
¿Nos animamos a continuar su escrito, llamando también nosotros al Señor con esos nombres con los que nuestro corazón quiere hoy nombrarlo?

Señor Jesús tu Presencia nos anima y fortalece.
Gracias por ser el Amigo que siempre está,
          gracias por ser el Camino que estamos invitados a seguir,
                    gracias por ser la Roca que nos sostiene,
                              gracias por ser la Luz que alumbra nuestros pasos,

          gracias por ser la Paz que ansían nuestros corazones,
                    gracias por ser el Compañero que camina la vida a nuestro lado,
                              gracias por ser el Rostro humano del Padre Dios,

          gracias por ser el Salvador haciéndote hermano nuestro,
                              gracias por ser …

Señor Jesús vos sos esto y mucho más para nosotros,
Vos sos “todo” para nosotros.
                                                                                                       A.T. sm

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