domingo, 4 de septiembre de 2011

“Cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, yo estoy en medio de ellos. Si se reúnen en nombre del Señor, con fe en su palabra y preparados mediante la oración, resolverán bien el asunto que los ocupa”


La Chamifrase de la Semana 14
4 de setiembre de 2011

 “Cuando dos o tres se reúnen en mi nombre, yo estoy en medio de ellos. Si se reúnen en nombre del Señor, con fe en su palabra y preparados mediante la oración, resolverán bien el asunto que los ocupa”

(Carta 1088 – 26 de diciembre 1836. A. Clouzet)

El Padre Chaminade insiste una y otra vez en la necesidad de que vivamos concientemente en la presencia de nuestro Dios, y no solamente en nuestra vida íntima y personal, sino también en aquellas situaciones en las que junto a otros nos toca discernir y tomar decisiones.
Es cierto que hemos mantenido en general una sana tradición en nuestros ambientes marianistas de comenzar nuestras reuniones grupales o comunitarias con una sencilla oración de inicio reconociendo la Presencia de Dios y poniendo en sus manos nuestro trabajo compartido.
Es un primer paso. Pero además de que esta práctica no caiga en una rutina sin sentido, necesitamos dar un paso más. 

Motivados por el espíritu de fe estamos invitados a dejar que la promesa de Jesús se haga realidad. En el Evangelio Él nos dice que “donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos” (Mt. 18,20). Necesitamos dejar que la Presencia de Jesús no sea solamente un recuerdo sino una acción concreta en cada uno de nosotros.  Guillermo José, tenía claro que “reunirse en nombre de Jesús” no era solamente para rezar o celebrar la eucaristía, sino para toda actividad en la que nos reunimos con otros para llevar adelante nuestra misión.

¡Qué diferentes serían nuestros discernimientos y tomas de decisiones si en la mesa de las negociaciones estuviéramos concientes de su Presencia en medio de nosotros! Sean temas “espirituales” o “materiales”, pedagógicos, pastorales o administrativos, de evaluación o de proyección y planificación, o para resolver algunas situaciones ordinarias o extraordinarias… si lo hacemos “en su Nombre”, o sea contando con su Presencia, llegaremos a buenas resoluciones.
Nuestro Padre y Fundador nos los enseña desde su experiencia, y sin miedo de proponerlo sabiendo de las dificultades para “ponerse de acuerdo” en la comunidad a la que va dirigida esta frase.

Si además de rezar al iniciar nuestras reuniones dejáramos que nuestros criterios para discernir y para decidir fueran iluminados por los criterios del Evangelio, seguramente podríamos ver pronto el fruto de esas decisiones.  La verdad es que cuando uno evalúa sinceramente en el corazón  situaciones “similares”, se da cuenta que cuando hemos dejado entrar a Jesús de verdad, el “después” suele venir con mucha paz y esperanza.

Esta vez para rezar en grupo o comunidad:

Señor, nos prometiste que cuando dos o tres se reúnen en tu Nombre,
Tu estás en medio de ellos.
Señor, hoy nos reunimos en tu Nombre,
y reconocemos que estás aquí en medio de nosotros.

Señor, tu Presencia nos alegra y serena nuestras inquietudes,
nos prepara para ver la realidad con una mirada amplia,
nos ilumina para reflexionar y pensar con profundidad evangélica,
y nos impulsa a actuar con responsabilidad y compromiso.

Señor, algunas veces las dificultades y conflictos nos bloquean,
sentimos que no encontramos las respuestas adecuadas,
pero no nos desalentamos y seguimos abriendo caminos,
porque estamos reunidos en tu Nombre, y Tú estás en medio de nosotros.
Amén

A.T. sm

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