domingo, 24 de julio de 2011

"Disfruta de Dios mediante la fe, pues está en ti, y goza de ese tesoro precioso aunque esté oculto a tus miradas".


La chamifrase de la semana 8

"Disfruta de Dios mediante la fe, pues está en ti, y goza de ese tesoro precioso aunque esté oculto a tus miradas".

                       (Carta 1066, del 24 de agosto de 1838, al Padre Chevaux)

Muchas veces hemos buscado a Dios y no lo hemos encontrado.  En algunas situaciones difíciles de la vida hemos experimentado que estaba demasiado lejos.  En otras ocasiones tomando conciencia de nuestras propias actitudes negativas, hemos comprobado, que casi sin darnos cuenta nos habíamos alejado de su presencia. 
Nos empeñamos en buscarlo en grandes templos y santuarios, en liturgias correctas y ritualistas apartadas de la vida, en milagros y hechos maravillosos,…  y no nos damos cuenta que Él está mucho más cerca, porque está en cada uno de nosotros.
Nos invita, nos llama, nos convoca, nos espera, se hace el encontradizo… “Yo estoy junto a la puerta y llamo: si alguien oye mi voz y me abre, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Ap. 3,20).
Y no nos pide nada a cambio: nos ama incondicional y gratuitamente, y nos ofrece su Presencia cercana y amiga.
¿Cómo vivir triste, desesperanzados, pesimistas,… si nuestro Dios habita en cada uno de nosotros?  Y para dar lugar a esta relación profunda con Él no hacen falta penitencias ni sacrificios, sino aprender a disfrutar y gozar de esa Presencia.
A esto nos invita Guillermo José, a disfrutar y a gozar de este tesoro que es la Presencia de nuestro Dios en nuestro interior. Para dar este paso hace falta la fe del corazón porque solo el amor permite abrir las barreras que bloquean nuestra relación con Él. Y así nos daremos cuenta que Él está junto a la puerta y nos llama, escucharemos su voz, y Él entrará en nuestra casa y cenaremos juntos.

Señor estás junto a mi puerta…
Porque a pesar de mis debilidades y mis pecados me seguís amando
incondicionalmente.

Señor me llamás por mi nombre…
Porque me invitás a una relación personal y única con vos.

Señor quiero escuchar tu voz…
Que se manifiesta de tantos modos.

Señor entrá en mi casa…
Hay algunos espacios de mi interior que están a oscuras y necesitan de tu Luz.

Señor ¿cenamos juntos?
Para compartir una amistad profunda y sincera,
porque necesito crecer en intimidad con vos, confiarte mis miedos y mis sueños,
y dejar que tu Espíritu me ayude a desplegar los dones que me has regalado.

Señor hay mucho por hacer en este mundo,
hay mucho trabajo y los obreros somos pocos,…
pero si no permito que nuestra amistad crezca en mi interior,
la misión será pura fachada y las acciones puro activismo.

Señor dame la gracia de poder disfrutar y gozar de tu Presencia,
que es un verdadero tesoro que me regalás continuamente.
Amén

                                                                                                              AT sm

No hay comentarios:

Publicar un comentario