Las
chamifrases de la semana en el Año de la FE
(Carta
388 - 15 febrero 1826. Al P. de Noailles).
.
El Padre Chaminade al volver del exilio, se
encontró con una sociedad devastada. Junto con las estructuras sociales y
religiosas injustas del pasado la Revolución se había llevado también algunos
valores profundos y la fe cristiana
había “desaparecido” de la vida social.
Es está realidad que lo impulsa a la misión con entusiasmo y decisión. No se agota antes de empezar ni se
desilusiona antes de trabajar con esfuerzo.
Se da cuenta de la realidad pero no se queja constantemente de la
increencia. Se pone en camino para
evangelizar a su pueblo. Por otro lado,
no vende un discurso lavado, diríamos hoy “light”, de la vida cristiana. El P.
Chaminade tiene la convicción profunda que el Evangelio se puede vivir en ese
momento, con todo “el rigor del espíritu y de la letra”. No se trata de transmitir un mensaje
condescendiente para no asustar o para tener rápidamente más adeptos. Se trata de volver al Evangelio y convertirse
para que la Palabra se haga vida en nosotros.
Por eso, en esta tarea misionera, y más allá de las palabras, es en el
propio testimonio donde se juega tanto la autenticidad de nuestras vida
cristiana como los frutos de nuestra misión. Sólo podremos convencer a otros que el
Evangelio hoy es camino de Vida y de felicidad, si nosotros mismos lo vivimos y
lo testimoniamos, si nos dejamos transformar y animar por el Espíritu
Santo. Así es que podremos “ofrecer al
mundo el espectáculo de un pueblo de
santos”.
Hoy también vivimos en un tiempo “secularizado”
y “postcristiano” como algunos lo llaman.
A veces nos quejamos que la gente no responde como antes, las familias
ya no son cristianas como las de antaño, la fe es algo raro y muy privado. Se han caído y se siguen cayendo algunas
estructuras sociales y religiosas, y es cierto que han arrastrado algunos
valores de esos que pueden ser actuales en todos los tiempos. En vez de darle lugar a la queja que paraliza
o quedarnos en la falsa nostalgia del “todo tiempo pasado fue mejor”, es hora
propicia para el entusiasmo misionero y la convicción renovada de que el
Evangelio sigue siendo hoy Buena Noticia.
Repitamos juntos con nuestro Fundador “El rasgo principal de la Compañía de María (y de toda la
Familia Marianista en su conjunto) es ofrecer al mundo el espectáculo de un
pueblo de santos, y demostrar con ello que, como en la Iglesia primitiva, el
Evangelio se puede vivir hoy con todo el rigor del espíritu y de la letra”
Señor Jesús,
queremos pedirte que tu Espíritu
vuelva a encender en nosotros
la chispa de la vocación misionera,
y el deseo de anunciar el Evangelio
con alegría y a través de nuestro propio
testimonio.
alcánzanos la gracia de poder “ofrecer al
mundo
el espectáculo de un pueblo de santos,
y demostrar con ello que, como en la
Iglesia primitiva,
el Evangelio se puede vivir hoy
con todo el rigor del espíritu y de la
letra”.
líbranos de la amargura que se queja de
“un mundo sin fe”,
líbranos de la crítica despiadada ´
que no reconoce las semillas de tu
Presencia,
líbranos de la salida desesperada e
inoportuna
en la búsqueda de “nuevos fieles”,
ayúdanos a vivir con alegría y sencillez
nuestra vocación misionera,
ayudándo a reconocer que tu Reino sigue
creciendo,
en medio de la realidad de este mundo que
nos toca vivir
y a abrir caminos para que tu Palabra se
siga haciendo Vida.
Amén
AT sm
a
anotarse para poder recibirla cada semana.
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