domingo, 18 de diciembre de 2011

“Para prepararse a esta solemnidad, traten todas de entrar en las disposiciones de la Santísima Virgen y de San José que durante estos cinco días, estaban en camino para dirigirse a Belén”


La chamifrase de la semana 29

18 de diciembre de 2011

     “Para prepararse a esta solemnidad, traten todas de entrar en las disposiciones de la Santísima Virgen y de San José que durante estos cinco días, estaban en camino para dirigirse a Belén”

(Carta 186 - 20 diciembre 1821. A la Madre Adela de Trenquelleon).


La invitación del Padre Chaminade es clara y sencilla. Para prepararse a la Navidad qué mejor que entrar en la experiencia de sus protagonistas: María y José. “Entrar en sus disposiciones”, meterse en sus actitudes, dejarse llevar por sus sentimientos, … sin dejar de “estar en camino”.  No se trata de quedarse embelesado contemplando el pesebre de tiernas figuras sino de entrar en el camino de María y José que van hacia Belén.  Para llegar a Belén hay que ponerse en camino, en el camino mismo de la vida. No es que María y José supieran mucho de profecías y por eso se fueron a Belén porque “allí debía nacer el Mesías”. Se pusieron en camino para cumplir con el censo que en todo el mundo había ordenado el emperador Augusto. En ese tiempo “Quirino gobernaba la Siria”.  La información evangélica nos anima a reconocer la dimensión histórica de la Encarnación del Señor. Y eso pasó dentro de un marco geográfico y sociopolítico determinado, en la misma “realidad” concreta y cotidiana. De hecho más que a magos y pastores parece que el asunto pasó bastante desapercibido.

Pero volvamos al camino, porque sin andadura no hay Belén.  Es en nuestra realidad sencilla y concreta en la que la Encarnación quiere seguir manifestándose.  Es allí donde en el camino de nuestras vidas, de nuestra familia, de nuestra sociedad,… nos toca seguir andando con las “disposiciones de la Santísima Virgen y la de San José”:  con alegría esperando la pronta llegada del niño, con la confianza que nos regala el saber que no estamos solos, con la fe que nos sostiene y ayuda a mantener el ritmo de la vida, con un corazón expectante y capaz de asombrarse viendo en lo pequeño y sencillo la acción providente del único que es verdaderamente Grande, compartiendo con los demás y especialmente con los más necesitados los dones recibidos,… y con la convicción que caminando con “esas disposiciones” siempre llegaremos nuevamente a Belén a recibir la Luz y la Paz del Emmanuel.

Guillermo José fue un hombre peregrino y misionero, en su vida encontramos como diversas etapas en las que siempre vuelve a ponerse en camino.  Con las “disposiciones de la Santísima Virgen y de San José” no se cansó en su larga vida de caminar, a veces por caminos difíciles y dolorosos, otras por caminos alegres y llenos de vida, en ocasiones abriendo nuevos caminos, … siempre con el deseo de “seguir dando a luz a Jesús” al mundo, … por eso una y otra vez lo encontramos caminando hacia Belén.

Alegres y con entusiasmo,
confiados y sin miedos,
vamos a Belén
con las disposiciones de María y de José.

Sostenidos por la fe y llenos de esperanza,
amando en el camino de la vida,
vamos a Belén
con las disposiciones de María y de José.

Generosos y solidarios,
compartiendo los dones recibidos con sencillez,
vamos a Belén
con las disposiciones de María y de José.

Con la mente abierta y el corazón dispuesto,
llevando de la mano a aquellos que ya no pueden solos,
vamos a Belén
con las disposiciones de María y de José.

Siguiendo las huellas de Guillermo José,
con el compromiso de seguir “estando en camino”
vamos a Belén
con las disposiciones de María y de José.


                                                                                                   A.T sm

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