jueves, 8 de diciembre de 2011

“Ella es, hoy como ayer, la Mujer por excelencia, la Mujer prometida por Dios para aplastar la cabeza de la serpiente”


La chamifrase de la semana 27 (especial)

8 de diciembre de 2011
Fiesta de la Inmaculada Concepción de María

Ella es, hoy como ayer, la Mujer por excelencia, la Mujer prometida por Dios para aplastar la cabeza de la serpiente”

(Carta 1163 - 24 agosto 1839. A los predicadores de retiro)


El Padre Chaminade, siguiendo el sentir del pueblo cristiano, tenía una gran devoción por la Inmaculada, mucho antes que la Iglesia la promulgara como dogma de fe.  En realidad lo que despertaba el corazón de Guillermo José era el misterio de fe que expresa esta fiesta de María.
En primer lugar la considera como “la Mujer por excelencia”, siguiendo la identificación de María del Evangelio de Juan.  La Inmaculada Concepción de María nos despierta el deseo de contemplar la belleza de María.  “Hermosa María” la han llamado los Padres de la Iglesia y los poetas espirituales de todos los tiempos.  Y la belleza de María está en la Presencia de Luz divina que la habita en plenitud.  “Hermosa María” le dice el ángel cuando la saluda diciendo “llena de gracia”.  “Hermosa María” le dicen desde los inicios los cristianos de Oriente cuando la proclaman la “Toda Santa”. Contemplar la belleza de María es una puerta para renovar nuestra confianza en la humanidad que también acoge la presencia de Luz de un Dios que decidió encarnarse.  María es signo de esta nueva humanidad que está llamada a crecer y plenificarse.  Por eso el Padre Chaminade, continua esta frase exclamando: “Ella es la esperanza, la alegría, la vida de la Iglesia y el terror del infierno”.
En segundo lugar, siguiendo la interpretación alegórica del texto del libro del Génesis, Guillermo José, identifica a María con la mujer que “aplastará la cabeza de la serpiente”. Y lo vive con una pasión interior durante toda su vida.  Convencido del papel de María asociada al misterio de la salvación y de su misión actual, no duda en afirmar: “A ella le está reservada en nuestros días la gran victoria. A ella le pertenece la gloria de salvar la fe del naufragio de que está amenazada hoy entre nosotros”.  Ya en su difícil ancianidad nuestro Fundador se hacía acompañar por un novicio hasta la imagen de la Inmaculada en el fondo del jardín y repetía con fe del corazón: "Ella te ha aplastado la cabeza y te la aplastará siempre". Para Chaminade la Inmaculada es también nuestro llamado a la misión: “Seamos en nuestra humildad el talón de la mujer”.
En el espíritu de  nuestro Padre y Fundador renovamos nuestro ardor apostólico y nuestro compromiso con María, estando con Ella en el mundo, ayudando a que en medio de las sombras Jesús otra vez pueda ser dado a Luz.  Y cuando llegue la oscuridad, cuando todo parece que se derrumba o se puede acabar, abramos nuestro corazón y con amor filial digamos: “Hermosa María” y contemplemos en Ella la Presencia luminosa de Dios que también nos habita a cada uno de nosotros.

Te alabamos y te bendecimos Señor
porque en María Inmaculada
nos manifestás tu decisión de habitar en nuestra humanidad.
Te alabamos y te bendecimos Señor
porque contemplando en María la claridad de tu Luz,
nos ayudás a descubrir tu Presencia que nos habita.

Te alabamos y te bendecimos Señor
porque a través de nuestro Padre y Fundador
nos llamás a vivir de la fe dejándonos transformar por tu Espíritu,
y así renovados en la esperanza y llenos de pasión apostólica,
asumamos nuestra vocación marianista personal y comunitariamente
siendo hoy “en nuestra humildad el talón de la mujer”
Amén

A.T sm

No hay comentarios:

Publicar un comentario