domingo, 19 de agosto de 2012

“No te inquietes por nada, conserva la paz del alma y camina en la presencia de Dios” (Carta 97 - 11 marzo 1818. A Adela de Trenquelléon).

El Padre Chaminade le escribe a la Madre Adela en un momento de dificultades que ella tiene que sobrellevar sin ser responsable de las mismas. El consejo que el Fundador le da, casi una orientación directiva, es claro y contundente.  Una lectura rápida y superficial podría interpretarla como una enseñanza espiritualista y hasta casi soberbia: alejarse de la realidad y vivir más “en otro mundo”.  Pero conociendo a Guillermo José, sabemos que su orientación nade tiene de desprecio de la realidad sino justamente al contrario: de aprender a estar en el mundo, animados por una espiritualidad encarnada.
“No te inquietes por nada”.  En la vida te encontrarás con dificultades y conflictos de variada expresión.  Ninguno de ellos, por más desestabilizador y fuerte que sea, puede desanclar tu vida y tu misión de la fe que te sostiene.  Ni siquiera el desprecio y las calumnias pueden hacerte perder el espíritu de fe que es el timón con que estás invitado a conducir tu vida.  Es cierto que el miedo, la angustia, la ansiedad, la amargura y hasta la ira y la bronca, pueden nacer en tu interior en situaciones de gran tensión,  Pero en vez de negarles o huir de ellos, o dejarlos que te hagan daño a ti mismo o a los demás, anímate a ponerle nombre, y a usar esa misma fuerza para que así puedas:
“Conservar la paz de tu alma”. La paz es un don y una  tarea. Hay que hacerle lugar y cuidarla, y si es necesario defenderla.  No se trata de indiferencia ni insensibilidad. Se trata de una paz presente y activa que nos ayuda a vivir la vida con mayor profundidad y sentido, sabiendo que pase lo que pase estás…
“caminando en la presencia de Dios”, y Él mismo, su Persona, su Presencia, es la Paz, la Luz, la Misericordia, el Perdón, la Sanación, el Amor,… que en este momento necesita tu corazón.
Más de un siglo después, preso en Berlín y condenado  a muerte por el nazismo, el Beato marianista Santiago Gapp, fiel seguidor del carisma chaminadiano, el 13 de agosto de 1943, pocas horas antes de su ejecución, escribía experimentando una paz plena:  “Todo pasa, solo el Cielo permanece”.

Padre Bueno,
en medios de las dificultades y tensiones,
animados por el espíritu de fe,
respiramos profundo y
podemos escuchar tu voz desde nuestro interior que nos dice
“Aquí estoy, no te inquietes por nada”.

Señor Jesús,
cuando la angustia y la ansiedad movilizan nuestro interior,
sentimos que solos no podemos,
pero renovados en la fe del corazón,
sentimos tu mano amiga y tu voz suave que nos invita:
“No tengas miedo, conserva la paz de tu alma”.

Espíritu Santo,
en la tristeza y la inseguridad que nos provocan las situaciones límites,
necesitamos de tu consuelo y tu sostén,
por eso siguiendo los pasos de María nos abrimos a tu acción,
y experimentamos tu suave brisa que todo lo anima, y nos susurra:
“No te detengas, camina en la presencia de Dios”.

AT. SM

domingo, 5 de agosto de 2012

“Mi única política es acudir diariamente a la Santísima Virgen”


La chamifrase de la semana 51 – Domingo 5 de agosto

“Mi única política es acudir diariamente a la Santísima Virgen”

                                                                             (575 - 20 enero 1831. Al P. Lalanne).


La misión en Saint Remy ha crecido en pocos años y la obra educativa que allí se desarrolla en diferentes espacios y propuestas es reconocida a nivel nacional.  Con el crecimiento se hacen más complejas las cuestiones administrativas y también los reclamos de otras instituciones educativas tradicionales que pretenden tener derechos sobre la pujante obra educativa marianista.  El Padre Lalanne se prepara para viajar a París a defender “nuestros derechos” y el Padre Chaminade le da algunos consejos y algunas referencias de personas influyentes.  Y al final de su carta no duda en revelarle su mayor secreto a la hora de resolver situaciones de este tipo: “Mí única política es acudir diariamente a la Santísima Virgen”.

No se trata de un espiritualismo evasivo de la realidad.  Guillermo José conoce muy bien las estrategias necesarias para afrontar los conflictos y no duda en usar los medios necesarios y adecuados que pueden ayudarlo a encontrar una solución.  Pero su “política” más importante es “acudir diariamente” a la Santísima Virgen. 

Acudir a Ella porque en su presencia la paz y la calma toman posesión del corazón y ayudan a enfrentar las situaciones conflictivas con una actitud pacífica.  Acudir a Ella porque su testimonio al pie de la Cruz nos recuerda que no nos abandona en los momentos difíciles y que la esperanza cristiana, fruto de la Resurrección, nos ayuda a encontrar un horizonte de sentido más amplio y pleno.  Acudir a Ella porque somos su Familia, porque la Misión es de Ella, y nosotros sus sencillos colaboradores que necesitan de su fuerza y su orientación.

Con los años nuestras obras crecen y con ellas la complejidad en la gestión y en los asuntos administrativos y legales. Necesitamos conocer las estrategias necesarias para saber resolver satisfactoriamente los conflictos y recurrir a las personas e instituciones que puedan darnos una mano.  Pero sobre todo necesitamos encontrar una actitud, un horizonte de sentido y una base propia desde la que siempre tenemos que partir, por eso con nuestro Padre y Fundador necesitamos afirmar que “nuestra única política es acudir diariamente a la Santísima Virgen”.

María, Madre nuestra
en tiempos de conflictos e incertidumbres,
reconocemos tu Presencia maternal,
que nos inunda de tu paz, de tu ternura y de tu consuelo.

María, Madre nuestra,
en tiempos difíciles y dolorosos,
volvemos a encontrarte al pie de la Cruz de tu Hijo,
y tu Presencia nos invita a mirar más allá de los límites del Calvario.

María, Madre nuestra,
Somos tus hijos y tus colaboradores más cercanos,
necesitamos de tu orientación y de tu fuerza
para renovar con entusiamo nuestra Alianza y ayudarte en tu misión.

María, deseamos que nuestra única política
sea acudir a ti diariamente;
sabiendo que tu única política
es acompañarnos y sostenernos cada día.

Amén.

AT. SM


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jueves, 2 de agosto de 2012

“Mi ambición es prender en toda Francia el fuego del amor divino”


La chamifrase de la semana 50 - ESPECIAL

Jueves 2 de agosto de 2012
El 2 de agosto de 1932, llegaba al Puerto de Buenos Aires Don Pedro Martínez Saralegui, fundador de la presencia marianista en Argentina,....
Hoy, 80 años después: el mismo espíritu, el mismo carisma, la misma pasión misionera,... nos impulsa y nos anima a seguir ayudando a María en su misión.
 


“Mi ambición es prender en toda Francia el fuego del amor divino”

                            (Carta  382 - 5 diciembre 1825. Al P. Larrieu, director del Seminario de Auch).

El Padre Chaminade estuvo animado toda su vida por una fuerza interior que lo llamaba permanentemente a la misión.  Él le llamaba “celo apostólico”.  Podemos decir que esa fuerza interior es fruto de la presencia del Espíritu Santo que desde Pentecostés animó la vida y la misión de los seguidores de Jesús.  Es una fuerte experiencia espiritual que no se queda en sí misma sino que se revela auténtica cuando se convierte en necesidad de contagio a los demás y de urgencia en el compromiso misionero.

Guillermo José experimentó profundamente su vocación misionera y la vivió con “celo apostólico” en cada situación de su vida.  Por eso le expresa al Padre Larrieu, director del Seminario de Auch, responsable de la congregación mariana constituida allí entre los jóvenes seminaristas lo que siente su corazón: “Mi ambición es prender en toda Francia el fuego del amor divino”. E inmediatamente después lo convoca a que se sume a esta misión, confirmándolo en ella con palabras llenas de entusiasmo que podemos reconocer hoy como dirigidas también a cada uno de nosotros, miembros de la Familia Marianista:

“El Señor se ha dignado elegirle a usted para ayudarme con sus medios y sus fuerzas en la parte de nuestra patria donde usted habita. Pues bien, ¡trabaje  para encender ese fuego a su alrededor: sople ese fuego divino en el corazón de los jóvenes que le rodean… Sí, sople ese fuego divino, a tiempo y a destiempo,… trabaje con constancia, con entusiasmo en formar, para Jesús y para María, servidores dignos de ellos”.

Pero … ¿Cómo mantener ese fuego interior encendido? ¿Cómo no perder el entusiasmo cuando se nos cruzan tantas dificultades, contrariedades, problemas,…? ¿Cómo contagiar este fuego a los demás si las prioridades de las personas en este tiempo que vivimos pareciera que pasan por otros caminos?...

El testimonio de nuestro Padre y Fundador nos anima a descubrir el secreto.  Abramos nuestro corazón para descubrir ese fuego del amor de Dios que nos habita, y abramos nuestras manos para dejarlo manifestarse en nuestra vida y en nuestra acción cotidiana, y así casi sin darnos cuenta nuestras palabras, nuestra mirada, nuestra presencia contribuirá a seguir encendiendo ese fuego a nuestro alrededor, y convocará a otros a sumarse a la misión.  Podemos imaginarnos la fragilidad de la obra marianista todavía naciente en 1825, y contrastarla con la “ambición” del Padre Chaminade y su expresión “en toda Francia”. No es soberbia ni falta de realismo.  Es el fuego del amor de Dios que encendió su corazón y que hoy está llamado a reavivarse en nosotros y a contagiarnos de la “ambición” de nuestro Fundador.

Ven Espíritu Santo
llena mi corazón con tu amor
y enciende en él la llama de tu Presencia.

Ven Espíritu Santo
y reaviva en nosotros el “celo apostólico”
que animó a nuestro Padre y Fundador.

Ven Espíritu Santo
y danos la fuerza interior
para vivir con audacia y coraje nuestra vocación misionera.

Ven Espíritu Santo
danos la constancia y la fidelidad,
y la disponibilidad para contagiar con entusiasmo a nuestro alrededor.

Ven Espíritu Santo
y suscita en nosotros
“la ambición de prender en toda….  el fuego del amor divino”

Ven Espíritu Santo

AT. SM


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domingo, 1 de julio de 2012

“A pesar de tantas ocupaciones como tienes, reza mucho”


La chamifrase de la semana 49
Domingo 1 de julio.
“A pesar de tantas ocupaciones como tienes, reza mucho”
(Carta 1037 – 21 de marzo de 1838 – Al P. Lalanne)

El Padre Chaminade fue un hombre ocupado y preocupado por la misión.  Al morir el Arzobispo llegó a decir que no había obra evangelizadora o proyecto misionero en Burdeos que no estuviera de alguna manera relacionado con el nombre de Guillermo José Chaminade. En pleno desarrollo de sus Institutos religiosos y de los crecientes compromisos misioneros que iba asumiendo en nombre de la Familia Marianista, se disculpaba frecuentemente por no poder contestar algunas cartas más rápidamente y manifestaba que el tiempo se le pasaba enfrascado en tantos asuntos  a los que debía dedicarse como Padre y Fundador.  Todos esos asuntos los vivía con entusiasmo y ardor apostólico.  Y todo, aún las necesarias cuestiones administrativas, que hoy llamaríamos “asuntos de gestión”, las vivía en orden a la misión que había recibido de la Providencia.  ¿Cuál es la clave para que este hombre haya trabajado tanto y haya pasado por tantas dificultades sin “estresarse”? Estoy convencido que la razón fue el sentido con el que día a día se dedicaba a su trabajo.  Y ese sentido solo podía dárselo  una sólida vida de fe, alimentada con la oración.
Por eso cuando tiene que aconsejar al Padre Lalanne, no le pide que trabaje menos, sino que a pesar de tantas ocupaciones que tiene, rece mucho.  Es una constante de Guillermo José a sus colaborares, junto con la animación a ser misioneros auténticos, la referencia siempre sencilla y concreta a sostener la vida y el trabajo con la oración.
Una oración que no es un “escape místico”  o una “liberación de las cosas mundanas”.  Una oración de fe, que es encuentro personal con Jesucristo, a quien le presentamos las personas y las situaciones que traemos de la misión. Una oración que es a la vez ocasión de nuevo impulso del Espíritu de Jesús para volver con entusiasmo a la misión cotidiana.
También nosotros, como discípulos de Guillermo José, podemos escuchar su consejo y ponerlo en práctica: “A pesar de tantas ocupaciones como tienes, reza mucho”.

Señor Jesús,
a veces mi agenda está poblada de ocupaciones y preocupaciones,
que asumo con responsabilidad y compromiso
en la misión a la que me llamaste.

Señor Jesús,
a pesar de tantas ocupaciones como tengo cada día de mi vida
deseo abrir las puertas de mi corazón para encontrarnos como amigos,
y disfrutar de ese espacio único que se llama “oración”.

Señor Jesús,
necesito encontrarme contigo cada día,
para poner en tus manos tantas personas y situaciones con las que me encuentro,
y para que me regales tu Espíritu que me anime y renueve en mi obrar cotidiano.

Señor Jesús,
…  ….. ……
(para seguir completando por el lector de las chamifrases en la intimidad personal con el Señor)


Amén

AT. SM


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domingo, 24 de junio de 2012

“Comprendo el sentimiento que experimentas por tu incapacidad y tus defectos, naturales o adquiridos, pero desapruebo el desaliento que ese sentimiento parece producirte.”


 La chamifrase de la semana 48

Domingo 24 de junio de 2012

 “Comprendo el sentimiento que experimentas por tu incapacidad y tus defectos, naturales o adquiridos, pero desapruebo el desaliento que ese sentimiento parece producirte.”

                                                                                 (Carta 725 - 7 febrero 1834. Al P. Chevaux)


A pesar de las buenas intenciones y del esfuerzo personal por crecer y superar nuestras incapacidades y defectos, la mediocridad y las repetidas caídas en los mismos errores suelen ser una experiencia recurrente en nuestras vidas.  ¿Quién puede afirmar con honestidad que es una “persona superada”?.  Nos chocamos una y otra vez con la fragilidad de nuestra naturaleza humana.
Y a esta experiencia le suele corresponder diversos sentimientos.  A la constatación de alguna incapacidad manifiesta en una determinada dimensión de nuestra vida le suele seguir la impotencia y la frustración.  La tristeza, la ira y el enojo, la bronca,… suelen surgir cuando nos damos cuenta que aunque nos propusimos cambiar tantas veces siempre caemos en los mismos defectos y errores.  La vergüenza y la culpa afloran cuando son llamadas por la experiencia de haber “caído otra vez tan bajo”.
El Padre Chaminade no se sorprende de esta realidad humana ni de los sentimientos que producen.  Y es capaz de comprenderlos desde su propia experiencia personal y desde la experiencia de aquellos que acompaña. Insiste en la necesidad del autoconocimiento porque  solo desde la conciencia de la propia realidad personal es posible darse cuenta de la necesidad de la acción de la gracia de Dios en nuestra vida.
Por eso es que “desaprueba” el desaliento que le produce al Padre Chevaux el sentimiento experimentado a partir de su incapacidad y sus defectos. El desaliento genera por un lado la decisión de renunciar a seguir creciendo: “Si soy así, qué voy a hacer”; y por otro lado la pérdida de la confianza en la posible acción transformadora de la Presencia de Dios en nuestras vidas.
El desaliento lleva a la parálisis, a la desesperanza, al pesimismo.  El humilde reconocimiento de nuestros defectos y la apertura a la acción de la gracia renueven la confianza, la esperanza, el optimismo.  Y nos preparan para saber encontrar el camino adecuado en las próximas caídas.
Con esta orientación Guillermo José nos presenta con sencillez y naturalidad una visión integral de nuestra condición humana, nos alienta a seguir creciendo, a ser conscientes tanto de nuestra humanidad como de la acción de Dios en nuestra vida.  No le asusta ni le extraña la experiencia de la fragilidad ni tampoco rechaza ni desprecia nuestra humanidad, ya que ella es sin duda la condición de posibilidad de la acción de Dios en nuestras vidas.  En sintonía con el clásico y sano principio teológico que afirma: “la gracia supone la naturaleza”, nuestro Fundador nos anima a seguir caminando nuestra vida, aceptando las caídas y renovando nuestro deseo de seguir creciendo paso a paso.


Señor Jesús,
una y otra vez experimentamos la impotencia
que nos producen nuestras incapacidades,
y la frustración que nos despierta
el volver a cometer los mismos errores.

Señor Jesús,
a veces nos desalentamos y deprimimos
cuando sentimos que ya no podemos,
que hemos hecho esfuerzos y buenos propósitos
y no podemos evitar nuestras repetidas caídas.

Señor Jesús,
deseo ponerme bajo tu mirada comprensiva y misericordiosa
para no enredarme en los vericuetos sin salida de mis culpas,
y renovar tanto mi compromiso de seguir caminando y creciendo
como la confianza en la acción sanadora y transformadora de tu gracia.

Amén.


AT. sm

domingo, 17 de junio de 2012

“Al tiempo que progresamos en el bien, debemos arrastrar a otros muchos en nuestra marcha”


La chamifrase de la semana 47

Domingo 17 de junio de 2012

“Al tiempo que progresamos en el bien, debemos arrastrar a otros muchos en nuestra marcha”
(Carta 445 – diciembre 1827 – A los Congregantes del Seminario de Auch)


La preocupación misionera de Guillermo José es permanente.  Y el compromiso con la evangelización no es una etapa final de la vida de fe.  La vida de fe no es sólo para crecer personalmente sino que al mismo tiempo que se va desarrollando tiene que ser convocante para los demás.  Mientras se crece en la fe y se va consolidando la propia opción personal, la propia vida se convierte en testimonio y está llamada a irradiar lo que está significando en uno mismo la presencia transformadora de la gracia de Dios. Nuestra vida debe contagiar a los demás el deseo de encontrar también para sus vidas ese sentido profundo y pleno que nosotros hemos encontrado.

El Padre Chaminade se dirige a un grupo de entusiastas congregantes del Seminario de Auch.  Son jóvenes que viven con un deseo profundo de entrega a Jesús y a su vocación.  Están felices de consagrarse de manera especial a María y se comprometen a vivir cada día con mayor fidelidad el camino que han elegido.  Guillermo José los alienta y anima en esta hermosa carta, y les da unos sabios consejos espirituales. Y no deja pasar la ocasión para preguntarles si los demás jóvenes del seminario viéndoles a ellos no han manifestado el deseo de unirse al grupo de congregantes.  Y por eso afirma:“Al tiempo que progresamos en el bien, debemos arrastrar a otros en nuestra marcha”.

Esta convicción de nuestro Fundador se mantuvo constante durante toda su vida.  La necesidad de contagiar a otros el entusiasmo de la fe y el llamado a la misión, es algo inherente a la vida cristiana.   Su pasión apostólica se manifiesta una y otra vez en esta iniciativa de “multiplicar los cristianos”.  No es una cuestión de proselitismo o de ambición vanidosa para agrandar su obra y ser reconocido.  La fe que se guarda en la mera vivencia individual se muere. La fe cristiana moviliza la existencia personal desde el centro más profundo de cada persona y está a llamada a comunicarse, en primer lugar, a través del testimonio en la vida cotidiana.

En nuestra Familia Marianista en ocasiones hemos perdido el rumbo marcado por el Padre Chaminade. Nos hemos entretenido en nuestras propias “experiencias” hacia adentro y en algunas ocasiones discutiendo quién pertenece y quién no a la Familia Marianista.  El auténtico marianista es aquel que con: su espíritu de fe encarnado en la realidad, su compromiso cotidiano vivido son sencillez, su actitud fraterna y comunitaria, su alegría por ser hijo de María, su pasión por la misión,… “arrastra a otros muchos en nuestra marcha”.

Dejemos que también la preocupación del Padre Chaminade se nos acerque en este momento de nuestra vida personal y comunitaria y animémonos a preguntarnos: Cuando los demás nos ven…. ¿experimentan el deseo de unirse a nuestra Familia y a nuestra misión?... 
Y renovemos con entusiasmo el deseo de nuestro Padre y Fundador: “Al tiempo que progresamos en el bien, debemos arrastrar a otros muchos en nuestra marcha”

Querido Guillermo José,
regálanos tu pasión misionera y tu preocupación permanente,
para que podamos también nosotros sentir la urgencia apostólica
de invitar a otros a recibir y vivir el Evangelio.

Querido Padre Chaminade,
despierta en la Familia Marianista el deseo de vivir con fidelidad
el don del carisma que el Espíritu nos ha regalado a través de tu vida,
y que nos animemos a ofrecerlo y compartirlo con sencillez y generosidad.

Querido Padre y Fundador,
queremos vivir con alegría y entusiasmo nuestra vocación marianista,
y tomar conciencia personal y comunitaria de tu invitación:
Al tiempo que progresamos en el bien, debemos arrastrar a otros muchos en nuestra marcha”

Amén.

AT. SM

viernes, 15 de junio de 2012

“Estudiando el Corazón de Jesús, aprenderán como debemos amar y honrar a María”


La chamifrase de la semana 46  - ESPECIAL

Viernes 15 de junio de 2012 – Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

“Estudiando el Corazón de Jesús, aprenderán como debemos amar y honrar a María”
           (Carta 445 – diciembre 1827 – A los Congregantes del Seminario de Auch)


La devoción al Sagrado Corazón no es ajena a la espiritualidad marianista, aunque sí es extraña a la misma tanto la insistencia en la teología reparadora como las imágenes melifluas que se han divulgado masivamente.  El Padre Chaminade, ve en el Corazón de Jesús, o sea en el centro personal más profundo de Jesús, una llamada a encontrarse en la intimidad con el Señor, a vivir en Él la experiencia del amor incondicional y gratuita de Dios Padre, y a dejarnos “contagiar” por sus sentimientos más profundos.

Guillermo José se dirige a un grupo de jóvenes entusiastas seminaristas de Auch y los invita a “estudiar” el Corazón de Jesús.  Ellos estudian teología, ¿pero se trata de una “materia más” la propuesta chaminadiana?.  El “estudio” del Corazón de Jesús sólo se puede realizar en el encuentro íntimo de “corazón a corazón” con el Señor, en la intimidad de la oración, en la lectura orante de la Palabra, en la práctica habitual del ejercicio de la Presencia de Dios en nuestra vida cotidiana.

Este “estudio” del Corazón de Jesús, a través de nuestra inteligencia afectiva, nos va ayudando a aprehender sus sentimientos y actitudes, que se van sembrando en lo más profundo de nuestro propio corazón, de nuestro centro personal más auténtico.  De esta manera nuestra vida se va configurando con la de Jesús, y nuestro seguimiento de su Persona y su Evangelio se van convirtiendo en una opción existencial.

En este “estudio” del Corazón de Jesús, entre sus riquezas más profundas, “aprenderemos como debemos amar y honrar a María”.  En la escuela del Corazón de Jesús aprenderemos a ser sus hijos/as y a vivir de acuerdo a esa identidad que hemos recibido como don.  En la escuela del Corazón de Jesús, aprenderemos a ser “marianistas”: a vivir en profundidad nuestra relación filial con Ella, a dejarnos formar por Ella, y a sumarnos como sus colaboradores más cercanos en su misión.

De la mano de Guillermo José, profundicemos en nuestra vida personal y comunitaria el estudio de Corazón de Jesús, y aprenderemos a tener sus mismos sentimientos y actitudes (especialmente con los más pobres y abandonados), y aprenderemos también a ser mansos y humildes de corazón, y aprenderemos especialmente “cómo debemos amar y honrar a María”.

Señor Jesús, deseamos encontrarnos contigo
de “corazón a corazón”,
para que nos abras la puerta
al Amor incondicional y gratuito del Padre.

Señor Jesús, deseamos acercarnos a tu Corazón,
para aprender a ser mansos y humildes como vos,
y para que tus sentimientos y actitudes
colmen nuestros propio centro interior.

Señor Jesús, “estudiando” tu Corazón
queremos aprender “cómo debemos amar y honrar a María”,
para vivir asumiendo la invitación a ser sus hijos
y para comprometernos con alegría cada día en su misión.
Amén

AT. SM