miércoles, 18 de junio de 2014

“Creo que cuando los tiempos son más duros y difíciles, debemos entregarnos más a una verdadera oración y hacer que la fe siga creciendo en nosotros.” (Carta 581 - 2 marzo 1831. Al P. Lalanne).


La chamifrase de la semana122 –  Miércoles 18 de junio – Taller de Oración XIII

“Creo que cuando los tiempos son más duros y difíciles, debemos entregarnos más a una verdadera oración y hacer que la fe siga creciendo en nosotros.” (Carta 581 - 2 marzo 1831. Al P. Lalanne).


 El Padre Chaminade conoció a lo largo de su vida diversos y variados tiempos “duros y difíciles”. Y desde su propia experiencia invita al P. Lalanne a poner el acento en lo esencial y a buscar el sostén en Aquél que sabemos que siempre está y nunca nos abandona.  Por eso es que no duda en afirmar que “cuando los tiempos son más duros y difíciles, debemos entregarnos más a una verdadera oración y hacer que la fe siga creciendo en nosotros”.  No se trata de una actitud de resignación frente a las inevitables dificultades de la vida o una frase religiosamente correcta para un Padre Fundador.  Es una convicción profunda y probada en su propia vida, que se convierte en camino compartido.  De hecho el Padre Chaminade, está nuevamente pasando momentos duros y difíciles, y por las consecuencias de revueltas sociales y políticas tiene que dejar Burdeos, consciente además que en diversos lugares hay dificultades que solucionar y que no puede estar al mismo tiempo en todos lados para responder a esas necesidades.

 Entregarse a una “verdadera oración”, o sea a un encuentro sincero con el Señor, que está siempre esperándonos para sostener nuestras fuerzas y animarnos a no perder la esperanza.  Y hacer que “la fe siga creciendo en nosotros”.  Los tiempos “duros y difíciles” son siempre una valiosa oportunidad para purificar las motivaciones de nuestra fe y crecer en ella. Guillermo José sabe por dónde caminar y comparte su hoja de ruta con sus discípulos.
 
Pero además no puede dejar de agregar: “También creo que, por su poderosa intercesión, la Santísima Virgen nos conseguirá la tranquilidad y la paz”.  No podía ser de otra manera.  Cuando “los tiempos son más duros y difíciles”, Ella también está con nosotros y la paz que necesitamos para afrontarlos, es un don que podemos conseguir de su cercana y maternal intercesión.  El Padre Chaminade, no puede olvidarse de la presencia constante de María, y no deja de tomarse de su mano, especialmente cuando los tiempos “son más duros y difíciles”.

Cuántas veces en la vida cuando nos encontramos transitando tiempo más duros y difíciles, sentimos la tentación de abandonar el camino, de dejarnos arrastrar por la desilusión y el desencanto, de darle la razón a las situaciones y a las personas que buscan  y a veces con religiosas razones el fracaso de nuestro compromiso con el Proyecto del Reino de Jesús.  Nuestro Padre y Fundador, no deja de alentarnos con el testimonio de su vida, y por eso sus palabras siguen haciendo eco en nuestra mente y en nuestro corazón: “Creo que cuando los tiempos son más duros y difíciles, debemos entregarnos más a una verdadera oración y hacer que la fe siga creciendo en nosotros.”  Y también nos ayuda a fijar la mirada en nuestra Madre y a repetir de corazón con él: “También creo que, por su poderosa intercesión, la Santísima Virgen nos conseguirá la tranquilidad y la paz”.  Y sabiéndonos acompañados por su propia presencia e intercesión, nos animamos a repetir finalmente junto a Guillermo José: “Recemos con insistencia y perseverancia”.

                                                            Señor Jesús,

cuando los tiempos son más duros y difíciles,

necesitamos entregarnos más a una verdadera oración,

porque sólo Tú puedes sostenernos y animarnos a seguir caminando

por las huellas de tu Evangelio,

sin caer en la tentación del cansancio y el desencanto.

Señor Jesús,

cuando los tiempos son más duros y difíciles,

necesitamos hacer que la fe siga creciendo en nosotros,

y así sea tanto un ancla que nos aferra a tu Presencia

como una mirada que nos permite tener un horizonte de sentido,

para no dejarnos hundir en el abismo del fracaso y la desilusión.

Señor Jesús,

cuando los tiempos son más duros y difíciles,

necesitamos renovar nuestra confianza en nuestra Madre,

seguros que de su maternal intercesión

conseguiremos la paz y la tranquilidad que nos hace falta,

y podremos seguir adelante con alegría y esperanza.

 
Señor Jesús,

cuando los tiempos son más duros y difíciles,

nos sentimos necesitados de tu ayuda,

y por eso con nuestro Padre y Fundador,

repetimos con convicción

“Recemos con intensidad y perseverancia”.

                                                      Amén

 

                                                                                     AT sm

 

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