domingo, 8 de abril de 2012

“Le deseo, mi querido hijo, esa doble paz que Nuestro Señor Jesucristo, desea a sus discípulos el día de su resurrección”


La chamifrase de la semana 38

8 abril de 2012. Domingo de Pascua de Resurrección

“Le deseo, mi querido hijo, esa doble paz que Nuestro Señor Jesucristo, desea a sus discípulos el día de su resurrección”
                                               (Carta 193 – 4 abril 1822 – Al Sr. David Monier)


El Padre Chaminade en este saludo pascual, hace referencia al texto evangélico en el que Jesús Resucitado se presenta a sus discípulos y les saluda dos veces seguidas con el mismo deseo: “La paz esté con ustedes” (Jn. 20 19-21).  La liturgia eucarística ha recogido este saludo del Señor Resucitado y nos invita luego a compartir esa misma paz con los demás.

El don de la Paz es un fruto de la Resurrección. Cuando el Señor “aparece” en nuestro camino su  Paz invade nuestra vida.  Vivimos tantas veces preocupados con tantas cosas y ocupados en tantas otras cosas.  Arrastramos en nuestro interior viejos conflictos, heridas y dificultades que las relaciones con los demás van dejando en nuestro interior. Estamos inquietos, no encontramos la Paz.  Y Jesús “se nos aparece” vivo y resucitado y ni siquiera nos damos  cuenta.  De tantas maneras El vuelve a aparecer en nuestro camino, y nosotros seguimos enredados y perdidos en nuestros problemas.

La luz de un nuevo día, la mirada luminosa de una persona que nos quiere, la sonrisa llena de ternura de un niño pequeño, una mano tendida sin esperar nada a cambio, un tiempo compartido con gratuidad,… de tantas maneras el Señor Resucitado nos desea como a sus discípulos: “La paz esté con ustedes”, y nos los repite no una vez sino varias veces durante el día, pero estamos tan ocupados y hemos perdido a tal punto la capacidad de asombro, que seguimos buscando esa paz que creemos  “nunca llega”.

El Padre Chaminade ha tratado con el Sr. David Monier en su habitual correspondencia diversos asuntos, especialmente económicos (préstamos, gastos que no se pueden pagar, obras que hay que hacer pero no se cuentan con recursos,….etc.). Conoce el corazón de su discípulo, y sabe que sobre todo en momentos difíciles, David Monier se enrieda interiormente en culpabilidades y luchas interiores, algunas veces proyectadas hacia los demás y sintiéndose criticado y rechazado.  Guillermo José aprovecha las fiestas pascuales para desearle esta “doble paz” que el mismo Jesús le deseó a sus discípulos. Y nos los desea también a nosotros sus discípulos del siglo XXI: “La paz esté con ustedes”.

Señor Jesús,
gracias por seguir “apareciendo” en nuestras vidas,
una y otra vez,
de una y mil maneras diferentes,
pero siempre deseándonos de corazón:
“La paz esté con ustedes”

Señor Jesús,
tu conoces nuestro interior
y las batallas que se juegan en nuestro corazón;
aunque a veces no seamos capaces de reconocer tu Presencia,
no dejes de expresarnos tu deseo
“La paz esté con ustedes”

Señor Jesús,
tu Presencia viva nos habita y sostiene,
nos da la fuerza para seguir caminando la vida
y nos regala un horizonte de sentido,
porque cuando te reconocemos y dejamos entrar en nuestras vidas,
experimentamos que tu deseo se hace realidad, y
“La paz ESTÁ con nosotros”.
AMÉN
                                                                                                                 AT sm

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