El
Padre Chaminade aprovecha una carta escrita a fin de año a M. Clouzet, director
general de la obra de Saint Remy, para animarlo a seguir profundizando su vida
de fe. M. Clouzet fue uno de los
primeros religiosos de la Compañía de María, muy respetado por el mismo
Fundador y fiel a su vocación marianista hasta el final.
El
cambio de año y su correspondiente vivencia existencial de que algo termina y
algo nuevo comienza, es una buena ocasión para renovar con decisión el propio
camino de la vida cristiana. Y no se
trata solamente de hacer un balance del año que termina o de plantearse algunos
buenos deseos para el año que comienza.
Para
Guillermo José se trata de tomar conciencia que el proceso de conversión
personal dura toda la vida. Y tomando de
la teología paulina esta imagen del hombre viejo y del hombre nuevo, tan cara a
sus reflexiones espirituales, anima a su discípulo a seguir “renovándose
constantemente a imagen de su Creador”, (Col.3,10), teniendo como modelo a
Cristo, ya que “de Él aprendieron que es preciso renunciar a la vida que
llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo dejándose
arrastrar por los deseos engañosos, para renovarse en lo más íntimo de su
espíritu y revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia
y en la verdadera santidad (Ef. 4,22.24).
Ciertamente
este proceso de conversión necesita de la gracia de Dios pero también de
nuestra decisión y nuestro esfuerzo personal. Así se podrá: “tener al hombre viejo siempre sujeto y llegar a crucificarle: en una
palabra, que puedas llegar a ser un hombre de fe”. Para Guillermo José el hombre interior es el
hombre nuevo, y es el hombre de fe que tanto le desvela animar y despertar en
los miembros de su Familia marianista.
Todos
sabemos por nuestra propia experiencia lo que nos cuesta cambiar y sentimos el
fracaso por las veces que nos hemos propuesto crecer y convertirnos en algún
aspecto de nuestra vida y no lo hemos conseguido. El Padre Chaminade también lo sabe, y por eso
además del consejo le ofrece a M. Clouzet su ayuda: “Voy a reiterar a menudo
mi oración al Señor, para que te conceda este insigne favor”. Pidamos a Guillermo José, nuestro Padre y
Fundador que en la presencia del Señor “siga rezando” para que en este nuevo
año que comienza el hombre interior se renueve en cada uno de nosotros y
adquiera fuerzas suficientes para combatir al hombre viejo.
Al terminar el año te damos gracias Señor
por todos los dones recibidos y por los frutos de
nuestro compromiso,
por tu gracia y tu Presencia que siempre nos
acompañan,
y porque nos ayudas a vivir nuestra vida con sentido.
Al terminar el año también podemos constatar,
cómo el hombre viejo va ganando espacio en algunas
zonas de nuestro corazón,
en algunas relaciones con los demás y en nuestra
mirada pesimista de la realidad,
y nos va sumergiendo en la tibieza y la mediocridad.
Al comenzar un nuevo año te pedimos Señor,
que el hombre nuevo se renueve y fortalezca en nuestro
interior,
que adquiera fuerzas suficientes para combatir al
hombre viejo
y nos regale la posibilidad de convertirnos en cada
gesto y acción cotidiana.
Al comenzar un nuevo año te damos gracias Señor,
porque confiamos en tu gracia que nos acompañará en el
camino,
porque siempre nos regalas nuevas oportunidades de
profundizar en nuestra vida,
y de llegar a ser hombre de fe con un horizonte más
pleno de sentido.
En este paso de un año a otro,
volvemos a decirte de corazón: ¡Gracias Señor!,
renovamos nuestra confianza
en la fuerza trasformadora de tu Presencia en nuestra
vidas,
y nos comprometemos a renovarnos constantemente en la
fe.
Amén.
AT sm
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