lunes, 28 de noviembre de 2011

“Pueden entregar su corazón a la alegría y empezar a derramarse en acción de gracias”


La chamifrase de la semana 25

28 de noviembre de 2011

“Pueden entregar su corazón a la alegría y empezar a derramarse en acción de gracias”  

 (Carta 56 – 11 setiembre 1815. A la Srta. Adela de Trenquelléon)

El Padre Chaminade mantiene una permanente correspondencia con la Srta. Adela de Trenquelléon.  Ya hace unos cuántos años que comenzaron a relacionarse. La Asociación de Adela hace tiempo que forma parte de las Congregaciones marianas lideradas por Guillermo José.  Pero en el último tiempo un nuevo proyecto los une de una manera mucho más fuerte: se trata de dar el paso de la primera comunidad religiosa marianista.  El Fundador ya les ha dicho que se llamarán Hijas de María.  Está preparando un esbozo de reglamento, negociando algunas cuestiones con el Arzobispo de Agen, se está pensando en la casa que recibirá a esta primera comunidad.  Todavía tendrán que recorrer otros ochos meses hasta que el 25 de mayo de 1816 se concrete el sueño.  Y no faltarán cuestiones que prever, obstáculos que sortear, dificultades que asumir… pero el sueño ya es una realidad en el corazón de Guillermo José y por eso invita a Adela y a sus compañeras a “entregar su corazón a la alegría y empezar a derramarse en acción de gracias”.

Podríamos preguntarnos si esta efusión no se trata de un optimismo ingenuo o de un tironeado empezar a celebrar antes de tiempo.  Pareciera que Chaminade, que tantos reveses ya ha experimentado en su vida, y tantos tendrá que sobrellevar en el futuro, es un poco imprudente, por lo menos podría esperar a tener las condiciones un poco más aseguradas.

Pero Guillermo José, que estima y cultiva la virtud de la prudencia, cuando llega la hora de la Providencia, no tiene dudas que cualquier asunto va para adelante.  Sabe discernir los signos concretos y cotidianos que le anuncian el momento justo para lanzarse a la realización de un proyecto.  El tiempo ha llegado.  La experiencia vocacional de Adela y sus amigas ha madurado ya suficientemente.  La situación política ya no presenta dificultades significativas. La realidad eclesial necesita de nuevas comunidades de vida consagrada.  La Familia Marianista necesita consolidarse y contar con miembros que lo entreguen “todo y para siempre”.

Y es la alegría que nace en el mismo interior del Padre y Fundador la razón que lo mueve a contagiarla a sus “queridas hijas”.   Y es su acción de gracias por lo que el Señor ya está haciendo a favor de este Proyecto que lo lleva a invitarlas a comenzar a dar gracias por “anticipado” y a vivir ya en el interior aquella vocación que algunos meses después podrán concretar en la realidad.

El Padre Chaminade no se queda contemplando en su imaginación “Qué lindo que SERÍA llevar adelante este proyecto” sino que antes que se concrete en la realidad histórica ya está convencido en su realidad interior y por eso no duda en afirmar con convicción “Qué lindo que VA a ser”. Y desde esa actitud que nace de una esperanza activa en la acción del Señor acompañada de una voluntad decidida de poner todo su esfuerzo, termina experimentando “Qué lindo que está SIENDO”.  Y por eso hay lugar ya para la alegría y la acción de gracias en el mismo amanecer del Proyecto.

Señor Jesús,
queremos aprender a ser hombres y mujeres de esperanza,
que saben estar atentos a los signos de los tiempos,
reconociendo cuando llega la hora de emprender nuevos proyectos.

Señor Jesús,
Danos la gracia de vivir en nuestro interior
el “ardor apostólico” que hace renacer la pasión de nuestra vocación misionera.
y nos llena de alegría el corazón cuando percibimos como tu Reino sigue creciendo.
Señor Jesús,
te damos gracias por tu fidelidad y tu amor infinito,
te damos gracias por invitarnos a seguir tus huellas,
y te pedimos nos concedas la gracia de vivir siempre agradecidos.
Amén.
                                                                                                         A.T. sm

domingo, 13 de noviembre de 2011

“Todos tengan buen ánimo: el Señor está con nosotros”


La chamifrase de la semana 24

13 de noviembre de 2011

“Todos tengan buen ánimo: el Señor está con nosotros”  

   (Carta 245 – 17 agosto 1823. Al Sr. David Monier)

El Padre Chaminade no pierde ocasión para apelar a sus discípulos a vivir desde la fe.  Reconocer la presencia del Señor entre nosotros es una razón poderosa para mantener el buen ánimo.
En esta ocasión, Guillermo José le escribe a su secretario y permanente colaborador David Monier, a quien ha encargado la nueva obra de  Saint Remy. Está concluyendo la primera etapa en la fundación de esta obra y con ella se van apaciguando las reacciones positivas ante la prosperidad de la Compañía de María, que a pocos años de su fundación, se anima a ir mucho más de allá de la región geográfica en el suroeste francés que era su hábitat natural.   Una obra que se proyecta como una gran misión, con muchas posibilidades de desarrollo y expansión, y a la que se envían muchos de los religiosos marianistas de la primera hora. 
Al poco tiempo comienzan las dificultades.  Las instalaciones no estaban en condiciones, las deudas comienzan a crecer y superan las posibilidades de financiación, la lejanía y las dificultades en el correo hacen que la correspondencia se dificulte y genere algunos malentendidos entre David Monier y el Padre Chaminade.  Los que parten para Saint Remy con entusiasmo apostólico se descorazonan al ver todo lo que todavía falta hacer para poner en condiciones la casa.  Los que quedan comienzan a poner en duda que haya sido una buena decisión, y resaltan las complicaciones que trae esta nueva misión. 
Las críticas, las murmuraciones, la pérdida de un sentido más profundo… comienzan a provocar un creciente malestar en la nueva comunidad misionera y en el resto de los hermanos que comienzan a enterarse de las dificultades.
Guillermo José no duda en que esta obra es un llamado de Dios y que la Providencia no los va a abandonar.  Él mismo se da cuenta de las dificultades que están apareciendo y las preocupaciones comienzan a sumarse.  No será fácil.  Además, cuando las dificultades comienzan a tocar el tema económico, las motivaciones espirituales parecen esfumarse en algunos de sus seguidores. ¿Para qué sumar problemas y poner en riesgo la situación financiera de la institución?
El Padre Chaminade asume con responsabilidad su misión de Padre y Fundador y llama a sus discípulos a mirar lo que están viviendo con una mirada evangélica, con un profundo sentido de fe. Se da cuenta que tiene que redoblar los esfuerzos en la formación espiritual de su gente.  No se puede asumir la misión que está creciendo sin un horizonte de sentido que tenga sus raíces en el espíritu de fe.
Hoy nos toca escuchar el llamado del Señor y discernir nuestra respuesta como Familia Marianista.  Claro que sin respuesta interior y personal de cada uno de los que la formamos será difícil que podamos ser fieles a nuestra vocación misionera.  Podemos quedarnos tranquilos y contentos con lo que ya tenemos.  En un mundo nuevo necesitamos volver a ponernos en estado de misión permanente, y a comprometernos con las nuevas invitaciones que el Señor y María nos hacen.  Todos nos alegramos cuando nos enteramos de que nuestra Familia crece…. Pero cuando comienzan a aparecer las primeras dificultades, comenzamos a hacer presupuestos, nos damos cuenta del compromiso personal y comunitario que va a implicar,…. Podemos desanimarnos antes de tiempo,… en ese momento necesitamos escuchar a Guillermo José que nos dice también hoy a nosotros: “Todos tengan buen ánimo: el Señor está con nosotros”.

Señor Jesús cuando estás entre nosotros
los miedos desaparecen
y nuestras oscuridades se iluminan.
Señor Jesús cuanto estás entre nosotros
las dificultades se convierten en nuevos desafíos
y los problemas incentivan la creatividad para resolverlos.
Señor Jesús cuando estás entre nosotros
nuestras dudas se disipan
y en vez de crítica destructiva experimentamos el deseo de colaborar.
Señor Jesús cuando estás entre nosotros
nos animamos a mirar la realidad con espíritu de fe
y nos comprometemos con alegría y entusiasmo renovado en la misión.
Señor Jesús cuando estás entre nosotros
la esperanza renueva nuestro horizonte de sentido
y nos impulsa a levantarnos y ponernos en camino

Pero Señor, ¿si siempre estás con nosotros?
¿Por qué vivimos paralizados por los miedos y desmotivados por las dificultades?
¿Por qué perdemos el sentido profundo de nuestra vida y de nuestra misión?
Señor Jesús, danos la gracia de abrirnos con sinceridad a tu Presencia,
Y que podamos vivir con buen ánimo, confesando con el corazón:
EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS
Amén.
A.T. sm

domingo, 6 de noviembre de 2011

“Si, como creo, esta empresa es la obra de Dios, todo se allanará para su ejecución; cada uno de los cooperadores que la Providencia hace concurrir pondrá de su parte: yo también pondré de mi parte para todo lo que esté en mis manos.”


La chamifrase de la semana 23

6 de noviembre de 2011


“Si, como creo, esta empresa es la obra de Dios, todo se allanará para su ejecución; cada uno de los cooperadores que la Providencia hace concurrir pondrá de su parte: yo también pondré de mi parte para todo lo que esté en mis manos.”

                                                (Carta 229 – 4 marzo 1823. Al P. Tharin, Vicario General de Besancon).

A pocos años de la fundación del Instituto de María, la primera expansión misionera se extiende ya en obras más importantes y geográficamente más alejadas de Agen y de Burdeos (cunas de las vida religiosa marianista femenina y masculina respectivamente).
El gran salto será la fundación en Saint Remy, en el Noreste de Francia.  Sin saber cómo financiará la compra de un castillo y los terrenos aledaños, y luego el mantenimiento de la obra, el Padre Chaminade confía en que la Providencia allanará los caminos.  No es ingenuo y conoce bien los pormenores de la administración desde su experiencia en el Colegio de San Carlos de Mussidan en sus años de juventud. Los recursos financieros que se necesitan superan en mucho las posibilidades de la naciente Compañía de María.  Tampoco sabe muy bien cuál será la obra apostólica que iniciarán en aquel lejano lugar los primeros marianistas que lleguen.  Pero cree que “esta empresa es la obra de Dios” y a pesar de que tiene otras obras iniciándose en otros lugares, se lanza seguro de que es la opción correcta.

Confía en que las personas que se sumen a esa misión también serán un regalo de la Providencia y pondrán todo de su parte para conseguir el objetivo que se proponen.  Las anécdotas de las dificultades y las necesidades por las que pasaron los fundadores de la obra se han transmitido de generación en generación en la historia marianista.
Y Guillermo José también se compromete a poner de su parte todo lo que esté en sus manos.  Y así desde lejos, con el envío de su hombre de confianza (su secretario personal David Monier) y con la incesante correspondencia que envía a las personas involucradas en la misión, a los posibles cooperadores en la zona y a las autoridades civiles y eclesiásticas, anima una obra que crecerá empujada por esa convicción tan fuerte del Fundador, convirtiéndose rápidamente en un gran complejo educativo: con internado de primera y segunda enseñanza, escuela de artes y oficios, retiros para maestros, la escuela normal y la escuela agrícola. Pronto también tendrán que abrir un Noviciado porque la generosidad y la entrega de los primeros marianistas en llegar será un medio a través del cual el Señor llamará a numerosas vocaciones. El Padre Chaminade envía a esa obra a sus discípulos más cercanos: Rothea, Clouzet, Gaussens;  y más tarde a Lalanne que la convertirá en una propuesta educativa innovadora y reconocida en toda Francia.

En las últimas décadas hemos invertido tiempo y recursos en la Familia Marianista  en necesarias reestructuraciones, planificaciones pastorales, procesos de diagnóstico institucional,… mientras veíamos como el número de integrantes iba cayendo y comenzamos a pensar en “achicarnos”.   En los últimos años a partir de tomar mayor conciencia de lo que significa ser Familia Marianista y motivados por una renovada conjunción entre “misión y espíritu” nos vamos animando a salir de nuestras cómodas realidades para ampliar nuestra misión. Nos implica a todos seguir poniendo todo lo que de nuestra parte podemos poner.  Pero no debemos olvidarnos que a la Providencia hay que dejarla también, que haga su parte.

Señor Jesús,
necesitamos escuchar con atención tus llamadas a la misión,
y disponernos con entusiasmo y generosidad a recorrer tus caminos.
Señor Jesús
estamos dispuestos a poner todo lo que esté de nuestra parte,
y sin dejar el sano realismo dejarnos impulsar por la audacia que da tu Espíritu.
Señor Jesús
regalanos la gracia de confiar plenamente en la Providencia del Padre,
la misma confianza que impulsó siempre a la misión a nuestro querido Fundador.
Amén

                                                                                                A.T. sm